Mirar las notas de una asignatura en la universidad a través de internet no es algo nuevo, sino que lleva ya décadas siendo así, provocando una enorme angustia en muchos estudiantes mientras teclean sus claves en un ordenador o en el teléfono móvil. Pero la tecnología no es infalible y a veces no se cargan las calificaciones o aparece algo incorrecto. O eso es lo que el alumno cree.
¿Qué pasa con mi nota?
Le pasó hace algo más de tres años, un 12 de abril de 2022, a una joven, llamada Ana Romero, y ha querido recordarlo ahora en su cuenta de X. Por aquel entonces se encontraba estudiando primer curso de ADE y Derecho y al entrar a mirar su nota de la asignatura de Contabilidad no se quedó conforme con lo que vio y decidió contactar vía correo electrónico con su profesora, de nombre Esther.
“He tenido un problema con la nota que subió del parcial realizado el 21 de marzo; la nota me sale como no presentado, pero sí me presenté a ese examen”, escribía después de presentarse. “Le agradecería si me dejara saber si tiene usted mi examen o hubo algún problema con él”, proseguía antes de despedirse.
Responde la profesora
La respuesta de la profesora llegó el mismo día y fue muy contundente. Quitando el saludo y la despedida, que sumaron cinco palabras, el texto que envió apenas contenía dos frases cortas y 19 palabras en total: “La nota no ha variado, ni está como no presentada. La confusión puede ser porque su nota es 0”, le contestaba.
El post de la estudiante, que asegura en los comentarios que abandonó esa carrera ese mismo día para comenzar posteriormente otra en la que afirma que le ha ido “bastante bien, la verdad”, acumula ya 2,6 millones de reproducciones. Entre los cientos de comentarios que ha generado su publicación hay varios tuiteros que muestran, también con fotos de correos electrónicos similares, que han vivido casos calcados en conversaciones con sus profesores.
Muchos se ríen de la situación vivida por Ana Romero, pero otros reprochan a la estudiante que vaya a la red social X a “fardar de haber sacado un 0” mostrando un correo electrónico o incluso critican su “dejadez” por no haber sido capaz de sacar ni medio punto en un examen de la universidad. Además, también se extrañan de que, habiendo hecho un examen que merecía un 0, se esperara otra nota más elevada.