Donostia es la primera ciudad declarada zona tensionada de la CAV por el departamento de Vivienda del Gobierno Vasco, a la espera de que, en julio, se publique dicha declaración en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

El salón de plenos del Ayuntamiento de Donostia ha acogido hoy el anuncio de esta declaración de la mano del alcalde de la ciudad, Eneko Goia, y el consejero de Vivienda, Denis Itxaso, que han aprovechado la ocasión para destacar la buena sintonía existente entre ambas instituciones para seguir desarrollando acciones para paliar el problema de la vivienda en Donostia, que también han coincidido en calificar como “grave”. 

El problema que arrastra “históricamente” justifica que sea la primera capital en obtener esta declaración.

La declaración de zona de mercado residencial tensionado, que inicialmente tiene una vigencia de tres años, posibilitará aplicar “un conjunto de medidas políticas públicas orientadas a corregir la disfunción del mercado y a ampliar la oferta residencial accesible”.

El índice de referencia, para julio

Para julio se confía que también este publicado el índice de referencia para los precios del alquiler, objetivo en el que ha asegurado que trabaja la Diputación de Gipuzkoa y el Eustat. A este respecto Itxaso ha incidido en la idea de que tendrá efectos, fundamentalmente, en tres casos: en los pisos que nunca han salido al mercado del alquiler, a los que no lo han hecho en los últimos cinco años y a los “grandes tenedores” de viviendas en régimen de alquiler.

La mayoría de los alquileres, ha subrayado, están en manos de pequeños propietarios que van enlazando contratos con precios actualizados por el índice IRAV.

“La zona tensionada permite incluir una horquilla de precios en los que moverse”, ha explicado.

El efecto en la duración de dichos contratos es un aspecto que también ha resaltado el consejero de Vivienda, que ha recordado tras la Ley de Arrendamiento Urbano fijó el lazo de contrato en tres años, “el Gobierno de Pedro Sánchez lo amplío a cinco y la zona tensionada permite la prórroga de otros tres. Con este se llega hasta los ocho años, lo que da estabilidad a los inquilinos”, ha asegurado.

Por su parte, el primer edil donostiarra ha puesto el acento en que esta declaración supone disponer de “un instrumento más para hacer frente al problema de la vivienda”, contribuyendo a “estabilizar los precios del alquiler en la ciudad”.

Un conjunto de medidas

Más allá de los efectos de la declaración de Zona Tensionada, para avanzar en la solución del acuciante problema de vivienda de Donostia es necesario avanzar en distintos frentes.

De ahí que Goia e Itxaso hayan destacado “el nivel de acuerdo” que existe entre ambas instituciones para impulsar la construcción de vivienda protegida en Donostia y de vivienda “de distinta tipología”, también libre, con el fin de que quienes no tengan acceso a la VPO, por no cumplir con los baremos fijados, puedan llegar a tener una vivienda en la ciudad.

A este respecto Eneko Goia ha añadido que desarrollar promociones mixtas es lo que permite asumir los costes de urbanización de las mismas.

De ahí que resulte fundamental que Ayuntamiento y Gobierno Vasco marchen de la mano, cerrando acuerdos para que el Consistorio ceda al Ejecutivo Vasco suelos en los que construir vivienda y alojamientos dotacionales para distintos colectivos, jóvenes, mayores...

Itxaso ha recordado que a corto y medio plazo, gracias a esta colaboración, el departamento que encabeza va a construir en Donostia 1.350 viviendas y alojamientos en Ciudad Jardín, Riberas de Loiola, Txomin Enea, Morlans, Campos Elíseos, en Martutene y la playa de vías de Easo.

Reaparece Auditz Akular

Pero, además, Itxaso ha destacado la necesidad de impulsar “operaciones de mayor calado”, como la de Auditz Akular, en la que el Gobierno Vasco quiere colaborar con el Ayuntamiento.

Cuarteles de Loiola y la segunda fase de Txomin Enea, a ejecutar tras el traslado de la cárcel, se hallan en el listado de promociones a impulsar.

En un ciudad en la que “la vivienda es cara genéticamente”, en palabras de Itxaso, hay que moverse en distintas direcciones.

El primer edil donostiarra ha destacado que el Ayuntamiento está haciendo un gran esfuerzo en la generación de vivienda pública, aceptando una deuda próxima a los 150 millones con este objetivo.

El Consistorio, ha recordado, es propietario de un parque de 2.000 viviendas a las que se Irán sumando nuevas, En la actualidad hay en construcción 1.200 nuevas viviendas, que a fin de año podrían ser 1.500, sin contar con las de Cuarteles de Loiola (Entre 1.500 y 1.700 viviendas).

Pero, ha insistido Goia, es necesario ir más allá y actuar sobre la vivienda construida. La división de pisos ha permitido sacar al mercado los últimos años en torno a 1.000 viviendas.

A corto, medio y largo plazo

El Consistorio ha presentado hoy una hoja de ruta en materia de vivienda que contempla seguir edificando vivienda protegida y alojamientos dotacionales, avanzar en la rehabilitación y regeneración urbana, ampliar los sistemas de ayuda al alquiler, como el programa Gaztelagun; y continuar impulsando la coordinación institucional.

Por su parte, Itxaso ha abundado en la idea de que el compromiso del Gobierno vasco es “múltiple”, trabajando en garantizar la financiación público-privada, promocionando la construcción de viviendas y alojamientos y actuando también sobre los locales vacíos, facilitando que aquellos en los que el destino comercial esté descartado tengan más fácil ser transformados en vivienda. 

Respecto a la vivienda vacía ha señalado que el IBI del 150% que el Ayuntamiento les aplica y la entrada en vigor de la Zona Tensionada o programas como Bizigune, pueden hacer que sacarlas al mercado del alquiler “resulte más atractivo”.

Los números hablan

Donostiako Etxegintza aportó a la documentación necesaria para solicitar la declaración de zona tensionada una serie de datos que evidencian que la situación de la capital de Gipuzkoa en materia de vivienda es más que complicada.

Las cifras hablan. El precio medio de la vivienda ha llegado a los 5.370 euros por metro cuadrado, uno de los más altos del Estado.

El panorama en el mercado del alquiler, con un oferta muy escasa, no es mejor. Los contratos de arrendamiento firmados en 2023 registraron una media de 1.037 euros mensuales, lo que supone un crecimiento del 13,65% en cinco años.

Más números para la preocupación. La carga del alquiler más los gastos básicos que soportan quienes optan por esta opción llega al 31,6% de la renta disponible. Este dato ha tenido un peso importante a la hora de declarar a Donostia zona tensionada.

Suma y sigue. Donostia cuenta en la actualidad con un parque de 95.000 viviendas, con una antigüedad media de 53 años, de las que el 20% no disponen de ascensor, porcentaje que asciende de forma notable en algunos barrios, como Intxaurrondo.

En torno a 2.109 viviendas permanecen vacías, según datos oficiales, de las que 1.481 son consideradas estadísticamente gestionables. A la lista de viviendas que no se utilizan como residencia ni están disponibles en el mercado del alquiler hay que sumar las de uso turístico, 1.395, que se concentran principalmente en el Centro y en Gros.