La Ertzaintza ha detenido en Idiazabal a un empresario de Logroño, de 38 años, acusado de un delito de trata de seres humanos después de una denuncia que puso al descubierto "las duras condiciones en las que eran explotados" varios ciudadanos extranjeros sin papeles que tenía a su servicio.

Las investigaciones comenzaron el pasado mes de enero tras una alerta de servicios sociales, donde una persona había acudido "desesperada" a pedir ayuda ya que, pese a trabajar más de diez horas diarias, incluidos fines de semana, no disponía de recursos suficientes, ni siquiera para comer, según relata el Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco.

La víctima denunció que había sido captada con "falsas promesas" de regularizar su situación en España y de sueldos de hasta 4.000 euros mensuales para trabajar instalando fibra óptica en domicilios y empresas.

Cómo explotaba

La Policía vasca centró sus pesquisas en un empresario de Logroño, sin antecedentes penales y administrador único de dos empresas, a través de las cuales captaba mano de obra tanto en España como en el extranjero y que eran subcontratadas por compañías instaladoras que trabajaban para operadoras de telecomunicaciones.

Los trabajadores, en situación administrativa irregular, no eran dados de alta en la Seguridad Social, y se les entregaban carnés falsificados a nombre de personas que sí figuraban como afiliadas, lo que permitía al arrestado emplear simultáneamente a varias personas con una única alta legal.

Presuntamente, según el Departamento de Seguridad, el empresario se quedaba con el 75% del importe generado por cada instalación. Del 25% restante, descontaba a los trabajadores gastos por gasolina, alojamiento, supuestas deudas, además de un 8% adicional por realizar su labor sin papeles, lo que los dejaba "en una situación económica de extrema vulnerabilidad".

A la primera denuncia, se han sumado tras cuatro y se prevé que el número de víctimas aumente tras la detención del investigado, practicada este pasado jueves, 8 de mayo, en la localidad guipuzcoana.

Tras su detención, el Juzgado de Instrucción número 3 de Durango autorizó entradas y registros en Logroño (La Rioja), así como en Miranda de Ebro (Burgos), donde, con la colaboración del Cuerpo Nacional de Policía, fue arrestada una mujer de 32 años presuntamente implicada en los hechos.

La investigación sigue abierta

Al principal investigado, que ya ha sido puesto a disposición judicial, se le imputan, además de la trata de seres humanos con fines de explotación laboral, delitos contra los derechos de los trabajadores, tráfico ilegal de personas, falsificación documental y otros delitos conexos.

La investigación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones ni la localización de más víctimas en otras comunidades autónomas, pues la Ertzaintza cree que hay personas que aún temen denunciar por miedo a represalias, precisa Seguridad.